NIÑA QUE JUGABA A SER DIOS, LA

Una conmovedora historia sobre la emigración en la Rumanía poscomunista

Es esta una novela sorprendente, conmovedora y no exenta de humor, que explora, a través de los ojos inocentes de Rădița y los de su madre, un fenómeno que ha marcado profundamente la Rumanía poscomunista: la emigración.

Con el fin de sacar a su familia adelante, Letiția decide marcharse al extranjero a trabajar durante unos meses, dejando a sus dos hijas en casa al cuidado de sus abuelos y su marido.

Su hija Rădița, una niña aún, la anhela enormemente, con toda su imaginación. Los meses se alargan y los planes futuros previstos cambian constantemente. Asistimos así al drama tanto de la hija, que se esfuerza por comprender la partida de su madre, como de la madre, que intenta sacar lo mejor de su vida lejos de casa sin perder de vista lo que dejó atrás.

Con un sólido dominio del discurso libre y un lenguaje efervescente, Dan Lungu sumerge al lector en la mente de dos personajes femeninos inolvidables y analiza la inmensa fortaleza que puede alcanzar el amor incondicional.